El reconocido Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL), antes Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE), lanzó en abril de 2016 una convocatoria para el diseño de su nuevo edificio con sede en la ciudad de Cuernavaca. El llamado fue para elaborar el proyecto arquitectónico de un edificio inteligente y sustentable, que fuera icónico, representativo de la nueva misión del INEEL y ejemplo para México y el mundo. Este concurso, de carácter nacional e internacional, contó con la participación de 48 despachos de arquitectos, de los cuales sólo 20 lograron cumplir con los requisitos establecidos por el propio INEEL y 16 presentaron finalmente su proyecto. El fallo fue publicado en diciembre de 2016, resultando como ganador el proyecto presentado por Itaca Proyectos Sustentables.
Un programa que responde a las necesidades del usuario
El programa arquitectónico planteado por Itaca como resultado de comprende un área total construida de 6,000 metros cuadrados más 6,500 de áreas libres. En la planta baja alberga las áreas públicas, abiertas tanto a usuarios como a visitantes, que incluyen recepción general, sala de exposiciones, auditorio, aulas de capacitación, sala de usos múltiples y comedor, con espacios interiores y exteriores, así como las áreas de servicio.
Se estima que la sede albergará cerca de 500 directivos, investigadores y personal de apoyo, distribuidos en tres pisos que comprenden una dirección general y cinco coordinaciones, cada una con oficinas de planta abierta, salas de reunión, servicios y cafetería con acceso a las terrazas exteriores.
Adicionalmente, para promover el bienestar de los usuarios y la calidad de vida, propone áreas para el fomento de la salud, como gimnasio interior y al aire libre, alberca y huerta orgánica, además de los espacios exteriores de deporte y esparcimiento.
Un edificio comprometido con el medio ambiente
El compromiso ambiental de Itaca consiste en diseñar de forma responsable e interdisciplinaria edificaciones con el menor consumo energético e hídrico y la menor huella ambiental posible, especificando la calidad de los materiales para que éstos no dañen al planeta ni a los usuarios, así como aprovechando los beneficios que proporcionan el clima, el sol, la lluvia y el aire, para, a través de la arquitectura bioclimática, la orientación y la distribución interior del edificio, alcanzar la meta de hacer siempre una arquitectura que cuide el medio ambiente, a la sociedad y a la economía de quien lo opera.
El proyecto arquitectónico del INEEL se basa en los nueve principios de diseño de Itaca: sitio, naturaleza, agua, energía, seguridad, materiales y residuos, accesibilidad, salud y bienestar, así como belleza y legado. Estos componen el paraguas de la sustentabilidad desarrollado por Itaca y rigen todos sus diseños, sin importar si el edificio se quiere certificar como sustentable o no. Dependiendo de las características del proyecto y del monto de la inversión, la aplicación de los principios puede ser menos o más profunda, pero todos los proyectos se rigen por ellos.
Sitio sustentable
La convocatoria publicada por el INEEL sugería el emplazamiento de un edificio de cuatro niveles en la parte alta y plana del terreno. Sin embargo, después de la primera visita, se determinó que justamente en esa zona se ubica un manantial que alimenta un humedal, característica derivada de una falla en el nivel freático de la zona. A su vez, este manantial alimenta un apantle o canal de riego que se incorpora al cauce del río Apatlaco, el cual irriga los campos de flores y hortalizas ubicados río abajo en el valle.
Con el fin de preservar este ecosistema, rico en especies vegetales y animales, para beneficio del proyecto y de los agricultores morelenses, Itaca decidió emplazar el inmueble en las laderas de la montaña, siguiendo la topografía del sitio, lo cual tiene como beneficio adicional, reducir los movimientos de tierra y el consecuente impacto ambiental, así como evitar potenciales humedades que afectarían la infraestructura y la economía de los dueños.
Al mismo tiempo, en lugar de plantear una torre de cuatro pisos, tal como lo sugerían las bases del concurso, el programa arquitectónico se distribuyó en tres pisos escalonados que, mediante el gradual remetimiento de las plataformas de construcción, genera la posibilidad de diseñar grandes terrazas que extienden las áreas habitables hacia el exterior, brindando así mayor bienestar y calidad de vida a los investigadores y personal del instituto.
Naturaleza
La propuesta de arquitectura de paisaje se basa en cinco criterios básicos:
1. La prevención de impactos, centrada en la protección de la zona del manantial, la integración del edificio a la topografía del terreno, la consideración del arbolado existente, y la conservación del flujo de agua y del corredor biológico a través del edificio;
2. La aportación a la biodiversidad, mediante la diversificación del hábitat, el uso de especies nativas y adaptadas para la regeneración del sitio y la integración de zonas con carácter silvestre en el diseño que permitan la presencia de especies nativas de flora y fauna deseables;
3. La aportación a la cultura y educación ambiental, gracias a la cercanía y convivencia de los usuarios con zonas naturales al vincular usos deportivos, recreativos e informales de trabajo a la naturaleza, mediante zonas de estar y salas de juntas exteriores;
4. La integración de aspectos ecotécnicos para contribuir al aislamiento térmico por naturación de azoteas, el uso de las corrientes de agua existentes y las pendientes para el riego y el uso de arbolado para complementar el concepto bioclimático del edificio.
5. La buena nutrición, propiciada por espacios productivos y experimentales que favorecen las premisas de alimentación, nutrición y salud a través del cultivo de árboles frutales y diversas hortalizas y hierbas comestibles, medicinales y aromáticas para ser utilizaradas en el comedor para enriquecer el menú con productos orgánicos, saludables y de alto poder nutritivo.
Agua
Se suma al manejo del agua en el sitio, descrita anteriormente, el manejo sustentable del agua en el proyecto. Para ello, Itaca propone, en primera instancia, medidas para abatir la demanda, especificando muebles y accesorios ahorradores. A esto se agrega el diseño de un ciclo cerrado de manejo del agua, que parte de la captación del agua pluvial de los techos y las terrazas verdes, para después almacenarla y filtrarla, siguiendo los estándares de la NOM-127-SSA1-1994. El agua así recolectada se utiliza en todos los servicios y la alberca.
En la siguiente etapa del ciclo del agua, las aguas grises se conducen a una planta de tratamiento natural o living machine que adorna la entrada al inmueble. Las aguas negras a su vez se canalizan a una moderna planta de tratamiento. Las aguas tratadas se utilizan para abastecer los servicios sanitarios y para el riego de jardines. Mediante este sistema integral, se logra un ahorro del 71% en el uso del agua de la red, utilizando la calculadora EDGE.
Energía
La sustentabilidad en materia de energía abarca tres grandes componentes:
El primero, la reducción de la demanda a través del diseño bioclimático y la eficiencia energética; el segundo la reducción del consumo proponiendo equipos mecánicos de alta eficiencia y, el tercero la generación de energía en sitio.
Partiendo de un análisis bioclimático detallado, Itaca determinó la orientación idónea del edificio, las mejores soluciones para la envolvente, la iluminación y ventilación natural basadas en el aprovechamiento de la energía solar y del aire en cada orientación del edificio. Estudió y simuló el comportamiento de los vientos en el sitio para asegurar la renovación continua del aire interior que asegure su calidad y la salud de los usuarios. Plantea un efecto Stack para extraer el aire caliente y el uso de ventanas operables con vidrios de control solar para disminuir el consumo energético y asegurar el confort térmico sin el uso de medios mecánicos.
Adicionalmente, el consumo se reduce con ayuda de equipos eficientes para la climatización, la iluminación y la operación cotidiana del edificio. La necesidad de acondicionamiento térmico se abate mediante la arquitectura bioclimática y se complementa con equipos mecánicos de bajo consumo, tales como los ventiladores de techo, y de alta eficiencia con refrigerantes que no dañen la capa de ozono. Se llevó a cabo un estudio detallado de la iluminación mediante simulaciones que permitieran calcular la iluminación natural idónea, así como la selección y ubicación de lámparas que aseguren cumplir y hasta superar los requerimientos lumínicos por área y por tarea expresados en el reglamento de construcción local. El elevador propuesto para el INEEL, por ejemplo cuenta con una tecnología de última generación, que en vez de consumir energía la genera al bajar.
Finalmente, una vez reducida la carga al mínimo viable, se planteó la estrategia de generación de energía en sitio, instalando 750 paneles fotovoltaicos para generar 25,000 Kwh/mes, 50 colectores termosolares para calentar el agua de la alberca y las regaderas, que se complementan con una mini planta hidroeléctrica que aprovecha la caída de la cascada y algunas turbinas eólicos que servirán para demostrar esta tecnología desarrollada en el instituto.
Seguridad y control
El proyecto fue multidisciplinario, ya que reunió a expertos de diversas especialidades y edades para desarrollar las soluciones sostenibles e inteligentes para el edificio, a saber, arquitectos, ingenieros civiles, mecánicos, hidráulicos, sanitarios, del sector HVACR, así como expertos en arquitectura de paisaje, acabados, mobiliario y seguridad.
Por las características del instituto como centro de investigación, se requiere de un especial cuidado de los aspectos de seguridad del mismo: control de acceso, identificación, supervisión de tiempo y asistencia, videovigilancia, detección de incendios, además de los aspectos relacionados con las redes y enlaces, así como el control y automatización de las variables relacionadas con el confort térmico, lumínico y acústico y los niveles de CO2 al interior del edificio.
Materiales y residuos
La selección de los materiales usados en el edificio obedeció, en primera instancia, a un análisis comparativo de diversos materiales para la envolvente para determinar su eficiencia térmica y su balance costo-beneficio, seleccionándose por su desempeño el block de tierra Ecomax, material local que brinda la masa térmica idónea para este clima, así como vidrio de control solar. Asimismo se eligieron materiales, tales como pinturas, impermeabilizantes, adhesivos y otros productos, con bajas emisiones de VOC (componentes orgánicos volátiles) y no tóxicos para garantizar la calidad del aire interior. Finalmente, se seleccionaron los acabados y el mobiliario con los mismos criterios de sustentabilidad. Siempre que fue posible, se especificaron materiales y productos que cuentan con un análisis de ciclo de vida y/o una certificación ambiental.
Se estima que las personas que laboren en el Instituto y las que lo visiten generen entre 200-250kg al día de residuos sólidos urbanos, a lo cual se agregan los residuos orgánicos de jardinería. Para el adecuado manejo de estos residuos se presenta un manual de manejo de residuos basado en un sistema de recolección y separación en la fuente. Los residuos orgánicos se procesan en un sistema de composteo ubicado en las áreas verdes, cuyo producto final se utilizará para fertilizar los jardines. Los residuos inorgánicos se canalizan, separados, a los centros de acopio de residuos para su reuso y reciclaje, con lo cual se espera reducir el volumen de los residuos enviados a disposición final en un 70%.
Accesibilidad
El proyecto arquitectónico del INEEL se diseñó para una plena accesibilidad por personas con discapacidad. Provee de lugares preferenciales de estacionamiento, una rampa eléctrica de acceso, elevadores, rampas y pasamanos a lo largo de todo el edificio y sanitarios adaptados.
Salud y bienestar
Los investigadores y empleados del INEEL pasan un promedio de 8-10 horas diarias, a veces hasta más, en edificios del Instituto. Con este proyecto, Itaca busca brindar las condiciones idóneas para asegurar la salud y el bienestar de todos los usuarios, basándose en los criterios del sistema de certificación WELL.
Belleza y legado
Gracias a su alto nivel de desempeño en los tres ámbitos de la sustentabilidad: ambiental, social y económico, el nuevo edificio del INEEL logra los más altos estándares de sustentabilidad y calidad de vida para sus usuarios. El proyecto es candidato a certificarse bajo los sistemas internacionales de certificación LEED, BREEAM, WELL, Living Building Challenge y el Sustainable SITES Initiative. Utilizando el simulador del sistema de certificación EDGE, este edificio tiene un ahorro energético del 75%, un ahorro de agua del 71% y un ahorro de la energía imbuida en los materiales del 29%. De esta forma deja un legado al estado de Morelos, al país y al mundo entero, reflejando los altos estándares de excelencia que el INEEL ha tenido a lo largo de más de 40 años de historia.
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